"Lo que oculta la Iglesia", Fernando de Orbaneja

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valzar
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"Lo que oculta la Iglesia", Fernando de Orbaneja

Mensaje sin leer por valzar »

Lo que oculta la Iglesia es un libro de Fernando de Orbaneja en cuyo prólogo debido a Gonzalo Puente Ojea podemos leer:

"...Respecto de la resurrección, "el hecho principal en que la Iglesia se apoya para que Jesús era Dios", Ibarreta pone su dedo en la llaga incurable y letal para la pretensión de ver­dad del dogma cristiano: "Lo primero que salta a la vista es una sorprendente resistencia por parte de los apóstoles a creer que Jesús pudiese haber resucitado, lo cual demuestra claramente que todos los dichos que en los mismos Evange­lios se atribuyen a Jesús de que resucitará a los tres días son falsos. De lo contrario, ¿como podían negar los apóstoles su resurrección? Y si sus propios discípulos dudaban que pudiese resucitar, claro está que no tenían a Jesús por Dios, sino por un simple mortal, creencia que [...] fuera de los pri­meros cristianos".
En efecto, agregamos nosotros, la mendaz ficción contenida en Mc 8,27-37 y sus paralelos Mt 16,21-23 y Le 9,18-22 -ficción que constituye la columna vertebral de los Evangelios sinópticos, designada en la exégesis neotestamentaria moderna como el secreto mesiánico, piedra fundacional del mito cristiano- presenta al Nazareno como vaticinando la inaudita novedad, impensable para un judío de un Mesías humillado, ajusticiado y ejecutado, anuncio que dejó atónitos y consternados a los discípulos. Pero esta declaración resulta rotundamente desmentida al final de las cuatro narraciones evangélicas sobre la supuesta resurrección: en Mc 16, II ("pero oyendo que vivía y que había sido visto por ella (María Magdalena), no lo creyeron"); en Lc 24, 10-11 ("dije­ron esto a los apóstoles, pero a ellos le parecieron desatinos tales relatos y no los creyeron"); 24-41 ("no creyendo aún ellos"); y en Jn 20, 9 ("porque aún no se habían dado cuenta de la Escritura, según la cual era preciso que Él resucitase de entre los muertos") -referencia, naturalmente, a las Antiguas Escrituras, pues los Evangelios aún no habían sido escritos-, 20, 25 ("si no veo en sus manos la señal de los clavos y meto mi dedo en el lugar de los clavos, y mi mano en su costado, no creeré"), reiterado en 27-29. Pero aún hay más. Los discí­pulos ignoraban hasta tal punto la expectativa de la muerte y resurrección de Jesús que ni siquiera les era posible imagi­nar, como lo prueba con clamorosa evidencia el sentimiento de sorpresa y frustración que expresan las palabras de dos de ellos, que se encaminan a Emaús, ante la súbita aparición del Nazareno, a quien son incapaces de reconocer. El apare­cido "les dijo: ¿Qué discursos son esos que vais haciendo entre vosotros mientras camináis? Ellos se detuvieron entris­tecidos, y tomando la palabra uno de ellos por nombre Cleofás le dijo: ¿Eres tú el único forastero en Jerusalén que no conoce los sucesos en ella ocurridos estos días? Él les dijo: ¿Cuáles? Contestáronle: Lo de Jesús Nazareno, varón profeta, poderoso en obras y palabras ante Dios y ante todo el pueblo; cómo lo entregaron los príncipes de los sacerdotes y nuestros magistrados para que fuese condenado a muerte y crucifica­do. Nosotros esperábamos que sería ÉL quien rescataría Israel; mas con todo ya van tres días que esto ha sucedido". (Lc 24,17-21. Cursivas mías). Para disipar ese sentimiento de fiasco, el compositor evangélico hace replicar a Jesús: "¡Oh, hombres sin inteligencia y tardos de corazón para creer todo lo que vaticinaron los profetas! ¿No era preciso que el Mesías padeciese esto y entrase en la gloria?", etc. (25-26).
Adviértase que el Nazareno ni siquiera dice -como sería natural y proce­dente- "lo que yo os anuncié", sino que, iniciándose así la gran manipulación exegética mediante los vaticinia ex eventu fabricados con materiales vetero-testamentarios, no se refiere para nada a sí mismo, sino que aduce, con genérica vaguedad lo que han dicho todos "los profetas", ¡comenzando por Moi­sés...!
Esta resistencia a creer lo nunca imaginado, es la prueba diáfana y concluyente de carácter fraudulento de la proléptica ficción. El incomprensible olvido de lo que debería haber sido una experiencia crucial imborrable desvela la falsedad de una leyenda apologética urdida por unos evangelistas cuya ineptitud pone indecorosamente al desnudo su falacia. Esta, y otras similares, es lo que los administradores de los misterios califican desdeñosamente de crítica racionalista...."

Un libro con no excesivas pretensiones pero que merece la pena leer.
Eliseo

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asimov
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Re: "Lo que oculta la Iglesia", Fernando de Orbaneja

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Visto y leído.

gracias por el aporte. :clap:
"La duda, Adso, es enemiga de la fe."
Guillermo de Baskerville

valzar
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Registrado: Dom May 25, 2008 3:34 pm

Re: "Lo que oculta la Iglesia", Fernando de Orbaneja

Mensaje sin leer por valzar »

asimov escribió:Visto y leído.

gracias por el aporte. :clap:
Todos los libros que comento o pongo algún fragmento los tengo digitalizados y a vuestra disposición, antes los subía al archivo de Cyberateos pero hubo quien se opuso, prefiero enviarlos previa petición.
Saludos

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