DrSagan escribió:Pues hazte publicidad, macho, no es ilegal citar una fuente escrita por uno mismo jajajajajajaja
Es que contesté copiando mi propio escrito, y así me ahorraba mucho, pero ni se me ocurrió tener que decir "eso lo he escrito yo" ya que nadie tenía por qué haber leído antes mi ensayo, excepto tú que lo reconociste.
Además, creo que en otra ocasión en la que se hablaba sobre el libre albedrío, ya publiqué el link a mi ensayo y no creo sea oportuno estar publicándolo constantemente, no sea cosa que me acusen de egocéntrico.
Lo que sí haré es publicar aquí un resumen de uno de mis argumentos que está implícito en ese ensayo y así lo pongo a prueba ante las "fieras" de ese foro, que son muy salvajes, je, je.
Ahí va:
Defino libertad como la capacidad que tiene el ser humano de obrar o de no obrar sin estar determinado por causa alguna, por lo que es responsable de sus actos.
La definición del DRAE es diferente:
“Facultad natural que tiene el hombre de obrar de una manera o de otra, y de no obrar, por lo que es responsable de sus actos.”
(Esa definición –además de no diferenciar en absoluto las obras de los animales, que también pueden obrar de una manera o de otra- no hace referencia a la ausencia de causas, por eso me remito a la definición de otros diccionarios que sí condicionan la libertad al hecho de que no existen causas ajenas al individuo. Aun así, mi demostración vale para cualquier definición de libertad que se elija.)
Premisas:
1-O hay causas que muevan a obrar o no hay causas.
2 -Toda causa es causa al cien por cien de su efecto (no existen medias causas)
3-Los actos humanos se dividen en voluntarios e involuntarios (actos reflejos o impulsivos)
4-Los actos involuntarios o reflejos no implican responsabilidad al no ser voluntarios.
5-La voluntad está basada en los deseos, preferencias, intereses y gustos de los seres humanos. Por lo tanto, los gustos, deseos intereses o preferencias son la base que sustenta la voluntad.
Conclusiones que producen nuevas premisas:
6-Si no hay causa que motive el obrar, no puede haber voluntad (de 5)
7-Si hay voluntad, es que hay causas, que son los intereses de los humanos (de 5 )
8-Si hay causas, no hay libertad (se desprende de la definición y de 2)
9-Si no hay voluntad, no hay responsabilidad.(de 4)
Conclusiones:
-La propia definición de libertad contradice la existencia de la voluntad, ya que la libertad implica ausencia de causas y la voluntad está basada en causas (deseos, preferencias, intereses, o gustos)
-Un comportamiento sin causas no podría nunca coincidir con los deseos o intereses de los individuos, salvo en casos excepcionales que podrían coincidir por azar. Tanto es así, que nadie podría dar razón de un comportamiento sin causas. No podríamos responder al por qué andamos por la calle, sino que contestaríamos algo así: “no sé por qué mis piernas se mueven” “mis piernas van donde ellas quieren” “no sé por qué estoy andando” etc. etc.
Si podemos responder que vamos por la calle para pasear, para ir al trabajo, o para ir a comprar al supermercado, todas esas respuestas son los motivos por los que nos movemos: son los intereses, los deseos o las preferencias que constituyen la voluntad. Pero, como ya se especificó en el punto 2, no puede haber causas que causen a medias, por lo que hay que admitir que todos esos motivos son las causas que motivan al cien por cien que andemos por la calle por el motivo que sea.
La confusión de los librealbedristas radica en considerar que se puede ir contra las causas, pero no se percatan que el “ir contra las causas” obedece, también, a actos voluntarios que no pueden prescindir de nuevas causas. Incurren en una clara tautología al entender que “por propia voluntad” se puede ir contra la voluntad, cuando, en realidad, lo que hacemos es obrar en virtud de una nueva causa que nos interesa más que la primera.
Conclusiones finales:
Los actos no causados no pueden ser nunca voluntarios, por lo que no se puede exigir responsabilidad de los actos involuntarios.
Y si son voluntarios, es que hay causas que los motivan, por lo que no pueden ser libres.
He aquí la gran paradoja que lleva forzosamente a definir el libre albedrío como una falsa idea o paraidea como lo es un círculo cuadrado.
La única salida de los librealbedristas es que las causas que producen la voluntad son “medias causas”, algo novedoso por completo en el mundo tanto de la física como de la filosofía.