El ateismo en Europa

[asimov]

Fuente: Público.es El dato para Francia es 33, al parecer no sale en la infografía.

[Reficul]

Muy interesante.

¿Alguien puede explicarme que Macedonia sea un estado cristiano con un 89,6 % de poblacion muslmana?

Saludos

[Wilalgar]

Reficul, fíjate bien, que los estados que se declaran cristianos son los que están bordados en negro, no los que son de color blanco (Noruega, Dinamarca, Reino Unido).

[Reficul]

Gracias, compañero.

Ya decia yo

[Morzillo]

Interesante el mapa....

[Morzillo]

qué es el número que está en negrita, por ejemplo el que en España es 18?

[Wilalgar]

El porcentaje de ateos.






Fdo: Interpretación de mapas Wilalgar, interpretamos todo para ustedes

[Morzillo]

el que está rojito además de francia quién es? república checa?

[Shé]

Sí, es la República Checa.

[Shé]

Muy buen artículo. Gracias Asimov.

"El problema del integrismo es que lucha contra un adversario imaginario en el que sitúa a los que defienden las reglas básicas del respeto y las libertades" dice Victorino Mayoral, presidente de la Fundación Cives, refiriéndose en este caso a la ICAR y los que la apoyan.

Efectivamente, es imaginario en el sentido de que el laicismo no pretende quitar la hegemonía de la religión para sustituirla por otra, que es lo que históricamente la religión ha hecho.

Pero no lo es -imaginario- si tenemos en cuenta que el laicismo ha de tener como lógica consecuencia la eliminación de la hegemonía de cualquier creencia religiosa en su terreno laico. Es decir, pretende eliminar la hegemonía de la religión en la vida pública sin sustituirla por otra religión o creencia, a la que el Vaticano sí podría combatir.

El Vaticano combate contra el Islam -aunque disimule uniendose a sus líderes para rezar de vez en cuando-, manipula a sus fieles católicos en Europa (y hasta a los protestantes al defender la cualidad cristiana de Europa) con el fin de ponerle freno, y un ejemplo, como dice el artículo es el reciente referendum en Suiza sobre los minaretes de las mezquitas.

¿Pero con quién combatirá para recuperar ese porcentaje de creyentes y agnósticos que jamás volverán a caer en sus redes? No es que sea imaginario. Es un enemigo poderoso e invisible. Es la suma de todas las pequeñas parcelas de libertad conquistadas a la sociedad religiosa y representada por cada uno de nosotros, ateos y agnósticos.

Se puede luchar contra el veneno en el aire, con máscaras o eliminándolo. ¿Pero cómo luchar contra la falta de oxígeno?

De alguna manera no es un enemigo imaginario. Es el peor enemigo y el Vaticano lo sabe. Prefiere el veneno en su aire (el Islam o cualquier otra religión) contra lo que sí sabe combatir, a esa falta de su oxígeno que suponen los individuos libres de supersticiones y creencias.