Ciencia social: estructura y superestructura

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pablo80
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Ciencia social: estructura y superestructura

Mensaje sin leer por pablo80 »

Pongo a disposición un par de artículos, (para ver los cuadros ir directamente al link) con la absoluta certeza de poder aclarar un entuerto que si bien de entrada me hizo mucha gracia, posteriormente me ha entrado a preocupar un pelín. Se han etiquetado como conspiranoicos (sic) algunos de los conceptos de Karl Marx, (llevo tiempo en los foros y nunca me había topado con el chiste de que Marx fuera conspiranoico, no salgo de mi asombro) de manera que como se persiste en el error -y mis explicaciones son contestadas con insultos- he buscado alguna referencia -lo mas clara posible- en la web:
La filosofía de Marx

y 4. El materialismo histórico

Frente a las concepciones de la historia que hacen depender de las ideas la realidad práctica, material, del ser humano, (o de los ideales políticos, filosóficos o religiosos, de los "grandes protagonistas de la historia"), el materialismo histórico se propone explicar la historia desde la producción práctica de la existencia, invirtiendo la relación, tradicional en la época de Marx, entre la existencia real y la idea que los seres humanos se hacen de su existencia, (o los ideales que conciben en torno a su realización). La historia no es, para Marx, ni una colección de hechos, como parecían concebirla los empiristas, ni una sucesión de categorías, como la concebían los idealistas; tampoco el resultado de la acción aislada de los considerados "personajes históricos". La historia es el resultado del modo en que los seres humanos organizan la producción social de su existencia. "Toda la concepción histórica, hasta ahora, ha hecho caso omiso de esta base real de la historia, o la ha considerado simplemente como algo accesorio, que nada tiene que ver con el desarrollo histórico. Esto hace que la historia deba escribirse siempre con arreglo a una pauta situada fuera de ella; la producción real de la vida se revela como algo protohistórico, mientras que la historicidad se manifiesta como algo separado de la vida usual, como algo extra y supraterrenal."( La Ideología alemana, I, A, 2)
La concepción materialista de la historia
1.

Si el materialismo dialéctico se ha considerado tradicionalmente como la expresión "filosófica" del pensamiento de Marx y Engels, el materialismo histórico, la explicación materialista de la formación y desarrollo de la sociedad, ha sido presentado como la expresión científica de su pensamiento. La sociedad y su historia, al ser concebidas como el resultado de la actividad productiva, práctica, del ser humano, encuentran en tal actividad un elemento objetivo, material, mensurable, del que se pueden extraer leyes tan objetivas como las que puede aspirar a formular cualquier otra ciencia. Resulta significativo, a este respecto, que la actividad intelectual de Marx, después de este hallazgo, que constituye una de sus mayores aportaciones, se haya centrado en el análisis de la actividad productiva del ser humano, ofreciendo como resultado del mismo varias de sus obras más significativas, entre las que se encuentra su obra cumbre: "El Capital".
2.

La concepción materialista de la historia la resume Marx, con estas palabras, en un breve párrafo de la "Contribución a la crítica de la economía política":

"En la producción social de su existencia, los hombres entran en relaciones determinadas, necesarias e independientes de su voluntad, en relaciones de producción que corresponden a un grado determinado de desarrollo de sus fuerzas productivas materiales. El conjunto de estas relaciones constituye la estructura económica de la sociedad, o sea, la base real sobre la cual se alza una superestructura jurídica y política y a la cual corresponden formas determinadas de la conciencia social. En general, el modo de producción de la vida material condiciona el proceso social, político y espiritual de la vida. No es la conciencia de los hombres lo que determina su ser, sino al contrario, su ser social es el que determina su conciencia. En un determinado estadio de su desarrollo las fuerzas productivas materiales de la sociedad entran en contradicción con las relaciones de producción existentes o, por usar la equivalente expresión jurídica, con las relaciones de propiedad dentro de las cuales se habían movido hasta entonces. De formas de desarrollo que eran las fuerzas productivas, esas relaciones se convierten en trabas de las mismas. Empieza entonces una época de revolución social."

3.

Hasta entonces se había creído que la forma en que se organizaba la producción dependía exclusivamente de la voluntad de los seres humanos, al igual que las formas de organización social y política y, por supuesto, de la conciencia. Marx afirma lo contrario: las relaciones de producción son independientes de la voluntad de los seres humanos, y el modo en que los seres humanos producen la vida material "condiciona el proceso social, político y espiritual de la vida".
4.

Para garantizar su supervivencia, el ser humano ha de conseguir los medios de subsistencia mediante el trabajo, mediante una actividad productiva. Pero el ser humano tiene una existencia social, por lo que su actividad productiva no constituye un acto aislado, sino un acto social, por el que entra en relación con otros seres humanos. Ahora bien, estas relaciones se caracterizan no sólo son por ser necesarias para producir los medios de subsistencia, sino también por ser independientes de la voluntad de quienes entran en relación, estando determinadas por el grado de desarrollo de las fuerzas productivas materiales: la actividad humana (o fuerza de trabajo) y los medios de trabajo (utensilios, herramientas, máquinas, etc.). Las relaciones que se establecen en este proceso son llamadas por Marx relaciones de producción, y constituyen la estructura económica de la sociedad, la base sobre la que se asientan los elementos jurídicos y políticos, así como las formas de la conciencia social.
5.

El conjunto de los elementos relacionados con la producción, así como los elementos socio-políticos e ideológicos, es decir, el conjunto de los elementos que forman parte de una sociedad, en un momento determinado de su desarrollo histórico, constituyen una determinada formación social, una totalidad social concreta, históricamente determinada.
1. El modo de producción
1.

A cada formación social le corresponderá un determinado modo de producir socialmente los bienes necesarios para la existencia, un determinado modo de producción, es decir, una determinada estructura productiva, compuesta por el conjunto de los elementos relacionados con la producción material de la existencia, que constituyen la base sobre la que se asientan, y de la que derivan, el conjunto de elementos jurídico-políticos e ideológicos, que forman la superestructura de dicha formación social. El concepto de modo de producción se refiere, pues, siguiendo a Marta Harnecker, (en "Los conceptos elementales del materialismo histórico"), "a la totalidad social global, es decir, tanto a la estructura económica como a los otros niveles de la totalidad social: jurídico-político e ideológico".
2.

El modo de producción es el resultado de la síntesis de tres elementos estructurales: la estructura económica, la superestructura jurídico-política y la superestructura ideológica. En el modo de producción podemos distinguir, pues, una estructura con dos elementos constitutivos: las fuerzas productivas y las relaciones de producción, entre los que se da un mutuo condicionamiento; y una superestructura en la que se pueden distinguir dos niveles: la superestructura jurídico-política, constituida por los instrumentos de control sociales y políticos correspondientes a las relaciones sociales de producción; y la superestructura ideológica, por la que se justifica el orden establecido mediante una falsa conciencia que enmascara la verdadera realidad. Ambas superestructuras están condicionadas por la estructura económica de la sociedad.
1.a. Estructura económica
1.

Fuerzas productivas y relaciones de producción
1. a)

Por fuerzas productivas entiende Marx, en primer lugar, la materia objeto de transformación, (materia bruta si no ha sido previamente manipulada, y materia prima si es artificial o ha sido previamente manipulada) a partir de la que se espera obtener un producto determinado. En segundo lugar, la actividad del trabajador, su capacidad de trabajo, que es denominada fuerza de trabajo, y que alcanza un determinado grado de desarrollo en una formación social determinada (como simple fuerza física, o como habilidad técnica o intelectual). En tercer lugar, los medios para realizar el trabajo (útiles, herramientas, máquinas, etc.) necesarios para obtener los productos deseados.
1. b)

Los seres humanos, en cuanto agentes del proceso de producción, entran en determinadas relaciones para poder llevar a cabo la producción de los bienes deseados, denominadas relaciones de producción. Estas relaciones pueden tener un carácter técnico o social. Las relaciones técnicas de producción derivan de la relación existente entre el agente productivo y el control que posee sobre los medios de trabajo y sobre el proceso de trabajo en general. Las relaciones sociales de producción derivan de la clasificación que podemos establecer entre los agentes que participan en el proceso de producción en cuanto a la propiedad o no de los medios de producción, es decir, si son propietarios o no son propietarios de los medios de producción. En este sentido, se pueden establecer relaciones sociales de colaboración (si todos son propietarios de los medios de producción, en cuyo caso ningún sector de la sociedad vive de la explotación de otro), o relaciones de explotación, de exclusión, de dominación (si unos son propietarios de los medios de producción y otros no). En este último caso la relación de dominación es una relación explotador-explotado, en la medida en que los propietarios de los medios de producción viven del trabajo de los no propietarios. Para Marx, esta relación de explotación es la típica de las sociedades clasistas: la sociedad esclavista, la feudal y la capitalista.
2.

Las relaciones de producción favorecen inicialmente el desarrollo de las fuerzas productivas; pero a medida que las fuerzas productivas se van desarrollando, terminan por entrar en contradicción con las relaciones de producción existentes, convirtiéndose éstas en una traba para el desarrollo de aquellas, lo que provoca una revolución social, que concluye en la sustitución de las viejas relaciones de producción por otras nuevas, adecuadas al grado de desarrollo de las fuerzas productivas. Tales contradicciones, y la resolución de las mismas, determinadas por procesos estrictamente materiales, constituyen el elemento configurador de la sociedad y el motor de la historia.
1.b. Superestructura jurídico-política

La superestructura jurídico-política está formada por el conjunto de normas, leyes, instituciones y formas de poder político que, condicionadas por la estructura productiva, ordenan y controlan el funcionamiento de la actividad productiva de los ciudadanos. Las formas del Estado no son, pues, la realización del Espíritu Absoluto, sino los instrumentos a través de los cuales las clases dominantes ejercen su poder sobre las clases sometidas. Lejos de convertirse en los garantes de la realización humana y la libertad de los individuos, como pensaba Hegel, se convierten en agentes de represión y sometimiento, de alineación y esclavitud, en función de las exigencias de las relaciones de producción, de las que derivan y a las que sirven.
1.c. Superestructura ideológica
1.

El primer uso del término "ideología" se atribuye al conde Destutt de Tracy, a finales del siglo XVIII, con el significado de "estudio de las ideas", aunque pronto adquirió una connotación peyorativa. En Marx, el término es usado con el significado de "falsa conciencia", y lo aplica a los sistemas filosóficos, jurídicos, políticos y religiosos, en la medida en que considera que no se basan en la realidad, sino en ilusiones sobre la realidad. Las ideologías no sólo desvirtúan la realidad, sino que se presentan también como sistemas de justificación de la misma realidad que desvirtúan. La superestructura ideológica la constituyen, pues, el conjunto de las ideas, creencias, costumbres, etc., plasmadas en las formas ideológicas de la cultura, la religión, la filosofía, etc., con las que se justifica la "naturalidad" y "legitimidad" del modo de producción del que derivan y cuya realidad social enmascaran.
2.

La superestructura jurídico-política e ideológica está condicionada por la estructura económica. Ello se ha entendido, a veces, como un determinismo puro en una sola dirección, que no deja ninguna opción a la posible acción de la superestructura sobre la estructura. Si esto fuera así, no se comprendería el papel de la lucha social y del combate político e ideológico entablado por Marx y Engels contra el modo de producción capitalista, ni sus reiteradas llamadas a una revolución social: tal revolución sería inevitable, según la dialéctica de la historia, hubiera o no movimiento obrero, por lo que la lucha social sería innecesaria e inútil. Engels declaró al respecto que habían tenido que subrayar el papel determinante de la estructura económica para enfrentarse a sus adversarios, por lo que otros aspectos de la interacción humana fueron dejados de lado. Pero tampoco fue mucho más explícito respecto a las características de la acción de la superestructura sobre la estructura económica.
3.

No obstante, sus referencias a la lucha de clases parecen sugerir que es éste el terreno en el que dicha interacción puede tener lugar. Las clases sociales derivan de la división social del trabajo impuesta por la estructura económica, y en función de tal división participan distintamente del conjunto de derechos, creencias y formas de organización política de la sociedad, objetivándose en ellas, pues, tanto la estructura económica como las superestructuras jurídico-política e ideológica. En la lucha de clases encontraríamos, así, el terreno propicio para tal interacción. En el capitalismo, pese a que Marx reconoce la existencia de otras clases sociales, la lucha de clases se da entre la burguesía y el proletariado. Ahora bien, el proletariado está sometido a los elementos ideológicos, no teniendo, pues, conciencia de su situación real. El desarrollo de una conciencia de clase le librará del dominio de la ideología y le llevará a reivindicar el fin de la alineación y de la explotación en el trabajo.
2. Los modos de producción históricos
Intro

Según Marx, a lo largo de la historia de la humanidad se han sucedido varios modos de producción que, de acuerdo con las tesis del materialismo histórico, son los auténticos determinantes de la evolución histórica de la humanidad, por lo que la historia debería ser explicada en función de ellos, y no de acontecimientos externos, como la sucesión de dinastías o los dramatizados en el culto a los "héroes". Esa evolución histórica, de la que son protagonistas los seres humanos en su actividad cotidiana, partiría del comunismo tribal primitivo y, pasando por el modo de producción antiguo y el feudal, llegaría al modo de producción capitalista, (en plena expansión en la segunda mitad del siglo XIX), por lo que respecta a la historia de Occidente; y al modo de producción asiático, respecto a la historia de Oriente.
Clasificación de los Modos de producción con las correspondientes Relaciones de producción, Formas de explotación y Formas de apropiación del trabajo ajeno. Modo de producción Relaciones de producción Forma de explotación Forma de apropiación del trabajo ajeno
Comunismo primitivo
Comunitarias ------ ------
Asiático
Funcionarios— comunidad de aldea Esclavitud general Imposición de tributos colectivos en especie y trabajo (con coacción extra-económica)
Antiguo
Amo— esclavo Esclavitud Apropiación privada del trabajador (con coacción extra-económica)
Feudal
Señor— siervo Servidumbre (dependencia personal) Apropiación privada del excedente (con coacción extra-económica)
Capitalista
Capitalista— proletario Trabajo asalariado (formalmente libre) Apropiación privada de la plusvalía a través del “mercado” (sin coacción extra-económica)
Socialista
Entre libres asociados ------- -------


1.

El modo de producción tribal. La sociedad tribal primitiva era una sociedad en la que no se daba la propiedad privada de los medios de producción, sino la propiedad colectiva, por lo que Marx llamará a este modo de producción "comunismo primitivo": un modo de producción en el que las relaciones sociales establecidas eran relaciones de colaboración, y los medios de trabajo y los productos obtenidos pertenecían a la sociedad.
2.

El modo de producción asiático (en Oriente). Marx consideró que el modo de producción asiático no podía ser asimilado ni al antiguo ni al feudal, por lo que lo calificó de "asiático" u "oriental". Al depender del riego de las tierras, que exige un control centralizado de los recursos hidráulicos, se provoca la creación de gobiernos centralizados que se imponen sobre las dispersas comunidades agrícolas. Por otra parte, la simplicidad de la organización económica la convierte prácticamente en inmutable, de donde se explica su persistencia a través de los siglos.
3.

El modo de producción antiguo. La sociedad antigua es una sociedad civilizada, pero basada en un sistema esclavista de producción. Las relaciones sociales en el régimen esclavista son, pues, de dominio y sometimiento. El agente propietario, el amo, ejerció dominio completo sobre las fuerzas productivas (mano de obra - el esclavo-, y medios de producción), de las que era propietario.
4.

El modo de producción feudal. La sociedad feudal posee muchas características similares a las de la sociedad antigua. Las relaciones sociales de producción son también semejantes a las del modo de producción esclavista. Pero, pese a que el señor feudal posee la propiedad completa sobre los medios de producción, sólo en parte la posee sobre el trabajador (siervo), con el que establece una relación de servidumbre o vasallaje.
5.

El modo de producción capitalista. Su base es la propiedad privada de los medios de producción, aunque el trabajador es jurídicamente libre. La fuerza de trabajo es la única propiedad que posee el trabajador. El trabajo genera una plusvalía que no revierte sobre el salario del trabajador, sino que es apropiada por el capitalista, generando capital, por lo que la relación capitalista-proletario es una relación de explotación.
6.

El capitalismo deberá dejar paso al modo de producción socialista, siguiendo la dialéctica de la historia, por la que la humanidad recuperará, superándolo, el modo de producción del comunismo primitivo. El modo de producción socialista se basa en un régimen de propiedad colectiva, lo que supone la abolición de la propiedad privada de los medios de producción. En consonancia con ello, las relaciones de dominio y sometimiento se sustituyen por las de cooperación recíproca.
MODOS DE PRODUCCIÓN, CLASES SOCIALES Y FORMAS DE EXPLOTACIÓN EN ORIENTE Y OCCIDENTE hasta finales del siglo XIX En Occidente MODOS DE PRODUCCIÓN CLASES SOCIALES FORMAS DE EXPLOTACIÓN
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ESTRUCTURA Y SUPERESTRUCTURA
Submitted by Sergio Delgado on Viernes, 22 Junio, 2007 - 17:46

En su libro humanismo clásico y humanismo marxista el escritor y filósofo venezolano Ludovico Silva escribe:
“Según Marx, la sociedad en su conjunto, se puede visualizar científicamente como una estructura, una totalidad orgánica. Se pueden distinguir analíticamente, dos niveles: el de la estructura material propiamente dicha y el de la superestructura. La estructura, está compuesta por el aparato material productivo, la infraestructura tecnológica, las relaciones de trabajo, la maquinaria, etc., y la superestructura, según los filósofos soviéticos, es algo que está “montado” por “encima” de la estructura; es otro nivel o estrato. Su composición sería la de toda la espiritualidad de la sociedad, y en ella estarían incluidos por igual la ciencia y la religión, la moral y el arte, la filosofía y la política, etc.
La otra concepción de superestructura, el verdadero pensamiento de Marx, no concibe a la superestructura como un nivel situado por encima de la estructura, sino, por el contrario, como una continuación interior de la estructura. “La Ideología está dentro del proceso mismo de producción” decía Marcuse. Así la ideología jurídica, con sus justificaciones casuísticas de la propiedad privada, con sus contratos entre obreros y capitalistas según los cuales el trabajo es “ilegítimamente pagado por el salario” , está dentro del aparato de producción, en el interior mismo de la fábrica. La ideología jurídica justifica así, ideológicamente, las “ganancias” del capitalista, y oculta la relación secreta y real, que es la extracción de plusvalía, de trabajo no pagado.
También la ideología religiosa opera en el interior de los conflictos sociales, para convencer a los miserables de este mundo, a los marginados de la sociedad, de que la verdadera riqueza “no está en este mundo”, con lo cual se le da carta de santidad a la pobreza y a la explotación. La ideología actúa, pues en el interior del aparato productivo y también en nuestra psiquis. “
Este texto nos permitirá despejar algunas dudas con respecto al concepto de estructura y superestructura, no importa si el concepto de superestructura es la de los soviéticos o si es el concepto propio de Marx, de todas maneras la superestructura es la que influye, manipula, degrada, consolida el poder de una clase sobre la otra. Cómo la ideología de la alienación está dentro del propio monstruo capitalista, en la fábrica, entre sus obreros, la ideología sobrevive y está activa entre las relaciones interpersonales, entre las leyes, en esa estructura jurídica que le hace ver al obrero que no se le debe nada, que no debe defender sus derechos. La ideología jurídica justifica la ganancia exagerada del capitalista pero con las leyes en la mano. Como serpientes se arrastran las leyes en una sociedad capitalista que hace ricos a un grupo y aliena y destruye a otro, bajo la mirada complaciente del Estado.
En el caso de una estructura que tiende a cambiar un sistema capitalista por socialista, caso venezolano por ejemplo, es tremendamente complicado, las relaciones de poder del Estado crean una ideología de la dominación que somete al ciudadano utilizando la superestructura, un grupo que tiene ahora el poder y lo utiliza, no esclaviza ni expropia la fuerza de trabajo del obrero o ciudadano, como lo hacía un sistema tradicional capitalista, ahora son todos iguales, como insectos rojos devorando las migajas de comida que le lanza el sistema pro socialista. Ahora viven de la migaja, de la sobra. La superestructura funciona igual que un sistema capitalista. ¿Qué cambió? Nada. Continúa el mismo ciclo de alienación, el Estado poderoso es dueño del capital, ahora no existen “grandes capitales”, todo lo ejecuta y controla el Estado. No existen individualidades, existen masas, masas que no dudan de su proyecto, articuladas por unos medios de comunicación sin libertad ideológica, igual como los medios anteriores, cumpliendo el mismo plan. Existen sólo masas que comen, gritan, devoran la ideología que les da el Sistema, sin sospechar que están siendo alienadas. ¿Qué cambió?
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No es la conciencia de los hombres lo que determina su ser, sino al contrario, su ser social es el que determina su conciencia. (Karl Marx)

pablo80
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Re: Ciencia social: estructura y superestructura

Mensaje sin leer por pablo80 »

Este artículo va para desbaratar cualquier argumento -lo he leído por allí- de que Marx era un "idealista".
C. Marx & F. Engels


Feuerbach
Oposición entre las concepciones materialista e idealista
(Primer Capitulo de La Ideología Alemana)


[III]

[1. La clase dominante y la conciencia dominante. Cómo se ha formado la concepción hegeliana de la dominación del espíritu en la historia]

[30] Las ideas de la clase dominante son las ideas dominantes en cada época; o, dicho en otros términos, la clase que ejerce el poder material dominante en la sociedad es, al mismo tiempo, su poder espiritual dominante. La clase que tiene a su disposición los medios para la producción material dispone con ello, al mismo tiempo, de los medios para la producción espiritual, lo que hace que se le sometan, al propio tiempo, por término medio, las ideas de quienes carecen de los medios necesarios para producir espiritualmente. Las ideas dominantes no son otra cosa que la expresión ideal de las relaciones materiales dominantes, las mismas relaciones materiales dominantes concebidas como ideas; por tanto, las relaciones que hacen de una determinada clase la clase dominante, o sea, las ideas de su dominación. Los individuos que forman la clase dominante tienen también, entre otras cosas, la conciencia de ello y piensan a tono con ello; por eso, en cuanto dominan como clase y en cuanto determinan todo el ámbito de una época histórica, se comprende de suyo que lo hagan en toda su extensión, y, por tanto, entre otras cosas, también como pensadores, como productores de ideas, que regulan la producción y distribución de las ideas de su tiempo; y que sus ideas sean; por ello mismo, las ideas dominantes de la época. Por ejemplo, en una época y en un país en que se disputan el poder la corona, la aristocracia y la burguesía, en que, por tanto, se halla dividida la dominación, se impone como idea dominante la doctrina de la división de poderes, proclamada ahora como «ley eterna».

La división del trabajo, con que nos encontrábamos ya más arriba (págs. [15-18]) como una de las potencias fundamentales de la historia anterior, se manifiesta también en el seno de la clase dominante como división del trabajo espiritual y [31] material, de tal modo que una parte de esta clase se revela como la que da sus pensadores (los ideólogos conceptivos activos de dicha clase, que hacen del crear la ilusión de esta clase acerca de sí mismo su rama de alimentación fundamental), mientras que los demás adoptan ante estas ideas e ilusiones una actitud más bien pasiva y receptiva, ya que son en realidad los miembros activos de esta clase y disponen de poco tiempo para formarse ilusiones e ideas acerca de sí mismos. Puede incluso ocurrir que, en el seno de esta [[46]] clase, el desdoblamiento a que nos referimos llegue a desarrollarse en términos de cierta hostilidad y de cierto encono entre ambas partes, pero esta hostilidad desaparece por sí misma tan pronto como surge cualquier colisión práctica susceptible de poner en peligro a la clase misma, ocasión en que desaparece, asimismo, la apariencia de que las ideas dominantes no son las de la clase dominante, sino que están dotadas de un poder propio, distinto de esta clase. La existencia de ideas revolucionarias en una determinada época presupone ya la existencia de una clase revolucionaria, acerca de cuyas premisas ya hemos dicho más arriba (págs. [18-19, 22-23]) [ii] lo necesario.

Ahora bien, si, en la concepción del proceso histórico, se separan las ideas de la clase dominante de esta clase misma; si se las convierte en algo aparte e independiente; si nos limitamos a afirmar que en una época han dominado tales o cuales ideas, sin preocuparnos en lo más mínimo de las condiciones de producción ni de los productores de estas ideas; si, por tanto, damos de lado a los individuos y a las situaciones universales que sirven de base a las ideas, podemos afirmar, por ejemplo, que en la época en que dominó la aristocracia imperaron las ideas del honor, la lealtad, etc., mientras que la dominación de la burguesía representó el imperio de las ideas de la libertad, la igualdad, etc. Así se imagina las cosas, por regla general, la propia clase dominante. Esta concepción de la historia, que prevalece entre todos los historiadores desde el siglo XVIII, tropezará necesariamente con el [32] caso de que imperan ideas cada vez más abstractas, es decir, que se revisten cada vez más de la forma de lo general. En efecto, cada nueva clase que pasa a ocupar el puesto de la que dominó antes de ella se ve obligada, para poder sacar adelante los fines que persigue, a presentar su propio interés como el interés común de todos los miembros de la sociedad, es decir, expresando esto mismo en términos ideales, a imprimir a sus ideas la forma de la universalidad, a presentar estas ideas como las únicas racionales y dotadas de vigencia absoluta. La clase revolucionaria aparece en un principio, ya por el solo hecho de contraponerse a una clase, no como clase, sino como representante de toda la sociedad, como toda la masa de la sociedad, frente a la clase única, a la clase dominante. [iii] Y puede hacerlo así, porque en los comienzos su interés se armoniza realmente todavía más o menos con el interés común de todas las demás clases no dominantes y, bajo la opresión de las relaciones existentes, no ha podido desarrollarse aún como el interés específico de una clase especial. Su triunfo aprovecha también, por tanto, a muchos individuos de las demás clases que no llegan a dominar, pero sólo en la medida en que estos individuos se hallen ahora en condiciones de elevarse hasta la clase dominante. Cuando la burguesía francesa derrocó el poder de la aristocracia, hizo posible con ello que muchos proletarios se elevasen por encima del proletariado, pero sólo los que pudieron llegar a convertirse en burgueses. Por eso, cada nueva clase instaura su dominación siempre sobre una base más extensa que la dominante con anterioridad a ella, lo que, a su vez, hace que, más tarde, se ahonde y agudice todavía más la oposición entre la clase no dominante y la dominante ahora. Y ambos factores hacen que la lucha que ha de librarse contra esta nueva clase dominante tienda, a su vez, a una negación más resuelta, más radical de los estados sociales anteriores [33] de la que pudieron expresar todas las clases que anteriormente habían aspirado al poder.

Toda esta apariencia de que la dominación de una determinada clase no es más que la dominación de ciertas ideas, se esfuma, naturalmente, de por sí, tan pronto como la dominación de clases en general deja de ser la forma de organización de la sociedad; tan pronto como, por consiguiente, ya no es necesario presentar un interés particular como general o hacer ver que es «lo general», lo dominante.

Una vez que las ideas dominantes se desglosan de los individuos dominantes y, sobre todo, de las relaciones que brotan de una fase dada del modo de producción, lo que da como resultado el que el factor dominante en la historia son siempre las ideas, resulta ya muy fácil abstraer de estas diferentes ideas el pensamiento, «la idea», etc., como lo que impera en la historia, presentando así todos estos conceptos e ideas concretos como «autodeterminaciones» del Concepto que se desarrolla por sí mismo en la historia. Así consideradas las cosas, es perfectamente natural también que todas las relaciones existentes entre los hombres se deriven del concepto del hombre, del hombre imaginario, de la esencia del hombre, del «Hombre». Así lo ha hecho, en efecto, la filosofía especulativa. El propio Hegel confiesa, al final de su "Filosofía de la Historia", que «sólo considera el desarrollo ulterior del concepto» y que ve y expone en la historia la «verdadera teodicea» (pág. 446). Pero, cabe remontarse, a su vez, a los productores del «concepto», a los teóricos, ideólogos y filósofos, y se llegará entonces a la conclusión de que los filósofos, los pensadores como tales, han dominado siempre en la historia; conclusión que, en efecto, según veremos, ha sido proclamada ya por Hegel [24].

Por tanto, todo el truco que consiste en demostrar el alto imperio del espíritu en la historia (de la jerarquía, en Stirner) se reduce a los tres esfuerzos siguientes:

[34] Nº 1. Desglosar las ideas de los individuos dominantes, que dominan por razones empíricas, bajo condiciones empíricas y como individuos materiales, de estos individuos dominantes, reconociendo con ello el imperio de las ideas o las ilusiones en la historia.

Nº 2. Introducir en este imperio de las ideas un orden, demostrar la existencia de una conexión mística entre las ideas sucesivamente dominantes, lo que se logra concibiéndolas como «autodeterminaciones del concepto» (lo que es posible porque estas ideas, por medio del fundamento empírico sobre que descansan, forman realmente una conexión y porque, concebidas como meras ideas, se convierten en autodistinciones, en distinciones establecidas por el propio pensamiento).

Nº 3. Para eliminar la apariencia mística de este «concepto que se determina a si mismo», se lo convierte en una persona, «Autoconciencia» o, si se quiere aparecer como muy materialista, en una serie de personas representantes del «concepto» en la historia, en los «pensadores», los «filósofos», los ideólogos, concebidos a su vez como los productores de la historia, como el «Consejo de los Guardianes», como los dominantes [iv]. Con lo cual habremos eliminado de la historia todos los elementos materialistas y podremos soltar tranquilamente las riendas al potro especulativo.

Este método histórico, que en Alemania ha llegado a imperar, y la causa de su dominio en este país, preferentemente, deben ser explicados en relación con las ilusiones de los ideólogos, en general, por ejemplo, con las ilusiones de los juristas y los políticos (incluyendo entre éstos a los estadistas prácticos), en relación con los dogmáticos ensueños y tergiversaciones de estos individuos. Estas ilusiones, ensueños e ideas tergiversadas se explican de un modo muy sencillo por la posición práctica de los mismos en la vida, por los negocios y por la división del trabajo existente.

[35] Mientras que en la vida vulgar y corriente todo shopkeeper [v] sabe distinguir perfectamente entre lo que alguien dice ser y lo que realmente es, nuestra historiografía no ha logrado todavía penetrar en un conocimiento tan trivial como éste. Cree a cada época por su palabra, por lo que ella dice acerca de sí misma y lo que se figura ser.




NOTAS

Véase el presente tomo, págs. 29-33. (N. de la Edit.)

[ii] Véase el presente tomo, págs. 34-35, 37-38. (N. de la Edit.)

[iii] Glosa marginal de Marx «(La generalidad corresponde: 1) a la c]ase contra el estamento; 2) a la competencia, al intercambio mundial, etc.; 3) al gran contingente númerico de la clase dominante; 4) a la ilusión de los intereses comunes, en un principio, la ilusión es verdadera; 5) a la ilusión de los propios ideólogos y a la división del trabajo)». (N. de la Edit.)

[iv] Glosa marginal de Marx: «El hombre como tal= al «espíritu humano pensador». (N. de la Edit.)

[v] Tendero. (N. de la Edit.)

[24] Marx y Engels se refieren al tercer capítulo del primer tomo de "La Ideología Alemana". Esta parte del capítulo sobre Feuerbach entraba en un principio en este tercer capítulo y seguía directamente al texto aludido aquí por Marx y Engels. En el citado lugar del tercer capítulo Marx y Engels citan la obra de Hegel "Filosofía de la Historia" y otras.


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No es la conciencia de los hombres lo que determina su ser, sino al contrario, su ser social es el que determina su conciencia. (Karl Marx)

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Vitriólico
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Re: Ciencia social: estructura y superestructura

Mensaje sin leer por Vitriólico »

pablo80 escribió:... mis explicaciones son contestadas con insultos...
¿No le habrán llamado a usted alcornoque, verdad?
Si pretendes razonar sobre religión con un creyente piensa que, si pudiera razonar sobre ello, ... ¡no sería creyente!

"La primera vez que alguien te engaña, es culpa suya. La segunda, tuya.".
(Proverbio árabe).

pablo80
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Re: Ciencia social: estructura y superestructura

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Veo que sigue con atención mis escritos y se lo agradezco, por ello le pido se ponga en mi lugar y vea lo considerado que he sido con el forista pastranec, empeñado en negar lo evidente una y otra vez. No hay quien pueda explicarle que las cosas no son como el cree, no hay explicación ni fuentes que valgan, incluso ha comenzado a citar fuentes que desmontan lo que él mismo dice. Entiéndame, mi tiempo -y el de todos- es escaso, hay que tener el mínimo respeto por el otro y chequear los links, sino no hay discusión posible. Aprovecho la presente para invitarlo al tópico en cuestión, sin perjuicio de que quiera agregar algo a lo ya expuesto en este, sobre la supuesta conspiranoia de Marx.
No es la conciencia de los hombres lo que determina su ser, sino al contrario, su ser social es el que determina su conciencia. (Karl Marx)

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Shé
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Re: Ciencia social: estructura y superestructura

Mensaje sin leer por Shé »

Qué foto tan estupenda, Araña! :love:

Te has hecho un lifting o solo ha sido un paso por el salón de belleza? :lol:
Por un mundo más libre y con menos hipocresía, asóciate: https://iatea.org/asociarse.php

pablo80
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Re: Ciencia social: estructura y superestructura

Mensaje sin leer por pablo80 »

Shé escribió:Qué foto tan estupenda, Araña! :love:

Te has hecho un lifting o solo ha sido un paso por el salón de belleza? :lol:
Soberana y alta señora:

El herido de punta de ausencia, y el llagado de las telas del corazón, dulcísima Dulcinea del Toboso, te envía la salud que él no tiene. Si tu fermosura me desprecia, si tu valor no es en mi pro, si tus desdenes son en mi afincamiento, maguer que yo sea asaz de sufrido, mal podré sostenerme en esta cuita, que además de ser fuerte es muy duradera. Mi buen escudero Sancho te dará entera relación, ¡oh bella ingrata, amada enemiga mía!, del modo que por tu causa quedo. Si gustares de socorrerme, tuyo soy; y si no, haz lo que te viniere en gusto, que con acabar mi vida habré satisfecho a tu crueldad y a mi deseo.

Tuyo hasta la muerte,

El caballero de la triste figura
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Shé
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Re: Ciencia social: estructura y superestructura

Mensaje sin leer por Shé »

pablo80 escribió:Tuyo hasta la muerte
Cedo en adopción. Urge por no poder atender. Muy activo, necesita ejercicio diario. Cerebro a estrenar. No es necesario referencias.
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Vitriólico
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Re: Ciencia social: estructura y superestructura

Mensaje sin leer por Vitriólico »

Shé escribió:
pablo80 escribió:Tuyo hasta la muerte
Cedo en adopción. Urge por no poder atender. Muy activo, necesita ejercicio diario. Cerebro a estrenar. No es necesario referencias.
¿No falta una r?
Si pretendes razonar sobre religión con un creyente piensa que, si pudiera razonar sobre ello, ... ¡no sería creyente!

"La primera vez que alguien te engaña, es culpa suya. La segunda, tuya.".
(Proverbio árabe).

pablo80
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Re: Ciencia social: estructura y superestructura

Mensaje sin leer por pablo80 »

Salteando al troll, se solicita la presencia en este hilo de los foristas Pastranec y bukowski, que confunden materialismo dialéctico con conspiranoia. Gracias.
No es la conciencia de los hombres lo que determina su ser, sino al contrario, su ser social es el que determina su conciencia. (Karl Marx)

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Vitriólico
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Re: Ciencia social: estructura y superestructura

Mensaje sin leer por Vitriólico »

pablo80 escribió:Salteando al troll, se solicita la presencia en este hilo de los foristas Pastranec y bukowski, que confunden materialismo dialéctico con conspiranoia. Gracias.
¿Qué troll salteado te vas a comer, Quijote nuestro?
Si pretendes razonar sobre religión con un creyente piensa que, si pudiera razonar sobre ello, ... ¡no sería creyente!

"La primera vez que alguien te engaña, es culpa suya. La segunda, tuya.".
(Proverbio árabe).

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Pastranec
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Re: Ciencia social: estructura y superestructura

Mensaje sin leer por Pastranec »

pablo80 escribió:Salteando al troll, se solicita la presencia en este hilo de los foristas Pastranec y bukowski, que confunden materialismo dialéctico con conspiranoia. Gracias.
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¡Ayyyyyy!

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¡Es que no puedo!

:laughing6: :laughing6: :laughing6: :laughing6: :laughing6: :laughing6: :laughing6: :laughing6: :lol: :lol: :lol: :lol: :lol: :lol: :lol: :lol: :lol: :lol: :laughing6: :laughing6: :laughing6: :laughing6: :laughing6: :laughing6: :laughing6: :laughing6: :laughing6:

¡¡¡Decir que todos los científicos del mundo están la servicio del liberalismo internacional es materialismo histórico!!!!

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¡Dónde vamos a llegar, madre mía!
Interroga mundum. Nulla vita sine scientia, nulla vita sine studium.
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pablo80
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Re: Ciencia social: estructura y superestructura

Mensaje sin leer por pablo80 »

¡¡¡Decir que todos los científicos del mundo están la servicio del liberalismo internacional es materialismo histórico!!!!
Otra vez el recurso goebbeliano, haciendo una caricatura de su oponente, le he dicho que sí hay científicos que no responden a esos intereses y son censurados, lo cual no tiene nada que ver con lo que usted ha dicho.

Usted esta desesperado.
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Shé
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Re: Ciencia social: estructura y superestructura

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Vitriólico escribió:
Shé escribió:
pablo80 escribió:Tuyo hasta la muerte
Cedo en adopción. Urge por no poder atender. Muy activo, necesita ejercicio diario. Cerebro a estrenar. No es necesario referencias.
¿No falta una r?
Chssss! :silent:

A ver si no le lo queda nadie! :mrgreen:
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Shé
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Re: Ciencia social: estructura y superestructura

Mensaje sin leer por Shé »

pablo80 escribió:
¡¡¡Decir que todos los científicos del mundo están la servicio del liberalismo internacional es materialismo histórico!!!!
Otra vez el recurso goebbeliano, haciendo una caricatura de su oponente, le he dicho que sí hay científicos que no responden a esos intereses y son censurados, lo cual no tiene nada que ver con lo que usted ha dicho.

Usted esta desesperado.
A estas alturas tendría que estarlo, desde luego. :lol:
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pablo80
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Re: Ciencia social: estructura y superestructura

Mensaje sin leer por pablo80 »

ESTRUCTURA Y SUPERESTRUCTURA
Submitted by Sergio Delgado on Viernes, 22 Junio, 2007 - 17:46

En su libro humanismo clásico y humanismo marxista el escritor y filósofo venezolano Ludovico Silva escribe:
“Según Marx, la sociedad en su conjunto, se puede visualizar científicamente como una estructura, una totalidad orgánica. Se pueden distinguir analíticamente, dos niveles: el de la estructura material propiamente dicha y el de la superestructura. La estructura, está compuesta por el aparato material productivo, la infraestructura tecnológica, las relaciones de trabajo, la maquinaria, etc., y la superestructura, según los filósofos soviéticos, es algo que está “montado” por “encima” de la estructura; es otro nivel o estrato. Su composición sería la de toda la espiritualidad de la sociedad, y en ella estarían incluidos por igual la ciencia y la religión, la moral y el arte, la filosofía y la política, etc.

La otra concepción de superestructura, el verdadero pensamiento de Marx, no concibe a la superestructura como un nivel situado por encima de la estructura, sino, por el contrario, como una continuación interior de la estructura. “La Ideología está dentro del proceso mismo de producción” decía Marcuse. Así la ideología jurídica, con sus justificaciones casuísticas de la propiedad privada, con sus contratos entre obreros y capitalistas según los cuales el trabajo es “ilegítimamente pagado por el salario” , está dentro del aparato de producción, en el interior mismo de la fábrica. La ideología jurídica justifica así, ideológicamente, las “ganancias” del capitalista, y oculta la relación secreta y real, que es la extracción de plusvalía, de trabajo no pagado.
También la ideología religiosa opera en el interior de los conflictos sociales, para convencer a los miserables de este mundo, a los marginados de la sociedad, de que la verdadera riqueza “no está en este mundo”, con lo cual se le da carta de santidad a la pobreza y a la explotación. La ideología actúa, pues en el interior del aparato productivo y también en nuestra psiquis. “

Este texto nos permitirá despejar algunas dudas con respecto al concepto de estructura y superestructura, no importa si el concepto de superestructura es la de los soviéticos o si es el concepto propio de Marx, de todas maneras la superestructura es la que influye, manipula, degrada, consolida el poder de una clase sobre la otra. Cómo la ideología de la alienación está dentro del propio monstruo capitalista, en la fábrica, entre sus obreros, la ideología sobrevive y está activa entre las relaciones interpersonales, entre las leyes, en esa estructura jurídica que le hace ver al obrero que no se le debe nada, que no debe defender sus derechos. La ideología jurídica justifica la ganancia exagerada del capitalista pero con las leyes en la mano. Como serpientes se arrastran las leyes en una sociedad capitalista que hace ricos a un grupo y aliena y destruye a otro, bajo la mirada complaciente del Estado.

En el caso de una estructura que tiende a cambiar un sistema capitalista por socialista, caso venezolano por ejemplo, es tremendamente complicado, las relaciones de poder del Estado crean una ideología de la dominación que somete al ciudadano utilizando la superestructura, un grupo que tiene ahora el poder y lo utiliza, no esclaviza ni expropia la fuerza de trabajo del obrero o ciudadano, como lo hacía un sistema tradicional capitalista, ahora son todos iguales, como insectos rojos devorando las migajas de comida que le lanza el sistema pro socialista. Ahora viven de la migaja, de la sobra. La superestructura funciona igual que un sistema capitalista. ¿Qué cambió? Nada. Continúa el mismo ciclo de alienación, el Estado poderoso es dueño del capital, ahora no existen “grandes capitales”, todo lo ejecuta y controla el Estado. No existen individualidades, existen masas, masas que no dudan de su proyecto, articuladas por unos medios de comunicación sin libertad ideológica, igual como los medios anteriores, cumpliendo el mismo plan. Existen sólo masas que comen, gritan, devoran la ideología que les da el Sistema, sin sospechar que están siendo alienadas. ¿Qué cambió?
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